Durante su participación en la Sesión Plenaria de la Cumbre Climática de Líderes, en Belém do Pará, Brasil, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena Ibarra, reafirmó el compromiso inquebrantable del Gobierno de México con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, a diez años del Acuerdo de París, y presentó la Tercera Contribución Determinada a Nivel Nacional 3.0 (NDC 3.0), la hoja de ruta integral para acelerar nuestra descarbonización y avanzar hacia un modelo de desarrollo más justo, más incluyente, más sostenible y más innovador.
Luego de transmitir a los asistentes el saludo fraterno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la secretaria Bárcena explicó que México llega a la 30 Conferencia de las Partes (COP30) con una postura regional acordada previamente por 22 países de América Latina y el Caribe cuya claridad es fortalecer la adaptación con soluciones basadas en la naturaleza, ya que “nuestra región es responsable tan solo de 11% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y sin embargo es una de las más vulnerables y además es una de las que tiene la mayor biodiversidad, tanto marina como terrestre”, sostuvo.
En este sentido, nuestro país manifiestó su compromiso de adherirse a la iniciativa Bosques Tropicales para Siempre, un fondo internacional que propone el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para la protección de estos ecosistemas. Asimismo, la titular de la Semarnat, expuso que recientemente entre México, Guatemala y Belice crearon la Gran Selva Maya, que contiene 5.7 millones de hectáreas de selva tropical y que une el Petén con la zona maya mexicana.
En cuanto a la NDC 3.0, dio a conocer que la meta de mitigación al 2035 se enmarca en una visión de largo plazo, una brújula que orienta los esfuerzos para alcanzar emisiones netas cero a mediados del siglo. Por primera vez, enfatizó, México presenta sus metas en términos absolutos. “Nos comprometemos a alcanzar un máximo de emisiones netas entre 364 y 404 millones de toneladas de carbono equivalente, de manera no condicionada. Esto representa una reducción de más de 50% con respecto al escenario tendencial”. Y también se refirió a una meta condicionada para no rebasar entre 332 y 363 millones de toneladas de carbono equivalente.
En este escenario, la funcionaria mexicana se refirió a las devastadoras lluvias que azotaron recientemente a nuestro país y de la vulnerabilidad a la estamos expuestos, por lo que destacó la importancia de la adaptación como uno de los principales elementos que contempla el Plan México, reforzando prevención, seguridad alimentaria y energética, conservación de biodiversidad, agua y protección de la infraestructura crítica.
“México está convencido además con gran conciencia de los impactos que sufrimos por las lluvias, sequías y los huracanes. Debemos entonces incorporar un componente de pérdidas y daños y otro dedicado a medios de implementación para garantizar recursos, la tecnología y las capacidades”.
Expuso que la NDC 3.0 incluye también un componente transversal que integra la perspectiva de género, derechos humanos, transición justa y la equidad intergeneracional que reconoce a los pueblos indígenas, a los afromexicanos y mexicanas, a mujeres, infancias y jóvenes como víctimas por su alta vulnerabilidad al cambio climático, pero también como protagonistas para esta transformación.
La secretaria Alicia Barcena apeló al rescate del multilateralismo para actuar de manera simultánea en materia de acción climática: “Cada retraso se traduce en pérdidas y daños irreparables, en vidas humanas, en ecosistemas devastados, en comunidades en riesgo. Por eso nuestra nueva NDC es una prueba de nuestro compromiso hacia una acción climática ambiciosa, transformadora e integral”, señaló respecto al liderazgo de México con profundo sentido de responsabilidad.
Finalmente, dijo que aún hay esperanza de construir un mundo mejor para las presentes y futuras generaciones, por lo que es imperativo que la COP30 concluya con una señal política clara que muestre la determinación por corregir el modelo de desarrollo y el rumbo.
“Es una acción colectiva que exige nuestra valentía, valentía de invertir en la vida y no en el carbono, valentía de mirar a nuestras hijas e hijos y decirles, hicimos todo lo que estaba en nuestras manos”, concluyó.
Nota: Semarnat

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