Empresas de México ganan terreno en sostenibilidad

La sostenibilidad corporativa muestra avances en México. Según el Pulso Corporativo Sostenible 2025, publicado por la Universidad Panamericana en alianza con la consultoría global Roland Berger, 84% de las 100 empresas líderes del país ya presentan un informe formal de sostenibilidad, y 93% explican la metodología utilizada para elaborarlo. Este crecimiento evidencia que cada vez más compañías mexicanas incorporan la responsabilidad social y ambiental en su estrategia de negocio, consolidando su reputación y acceso a mercados globales.

Sin embargo, los desafíos son claros, apenas 25% de las empresas reporta emisiones de alcance 3, relacionadas con su cadena de valor, y solo 5% ofrece métricas logísticas, limitando la trazabilidad real de su huella ambiental. Esto muestra que, aunque hay avances en transparencia y formalización, la profundidad y comparabilidad de los reportes aún está lejos de los estándares internacionales.

A pesar de que integrar los Estándares Europeos de Reportes de Sostenibilidad (ESRS) no son obligatorios en México, especialistas señalan que cumplirlos podría marcar la diferencia entre crecer globalmente o quedar rezagadas. La investigación refleja un panorama de transformación: la sostenibilidad se consolida como un factor estratégico, pero exige mayor rigor y consistencia para que las empresas mexicanas puedan competir y destacarse en el comercio internacional.

Diego Ibarra, especialista en sostenibilidad de la firma Roland Berger, señala que las empresas de México están avanzando, y si bien la mayoría no sigue los estándares europeos si siguen una metodología de sustentabilidad que se apega a marcos globales como GRI o SASB. Sin embargo, los nuevos ESRS, junto con las normas del IFRS S1/S2, demandan una profundidad y comparabilidad que hoy pocos reportes mexicanos ofrecen.

Joaquina Niembro, investigadora de la Universidad Panamericana, señala que los sectores financiero y de consumo muestran mayor madurez en sus reportes, mientras que las industrias intensivas en logística y manufactura permanecen rezagadas, especialmente en medición de emisiones indirectas. La brecha es amplia: mientras Europa exige reportes auditables, comparables y con métricas estandarizadas, en México prevalece la flexibilidad. Esto significa que muchas empresas reportan iniciativas, pero sin consistencia metodológica que permita su verificación. Si no se ajustan pronto, las compañías mexicanas podrían enfrentar un riesgo mayúsculo: que la sostenibilidad se convierta en una barrera no arancelaria, limitando sus exportaciones hacia Europa.

Beneficios de una mayor rigurosidad

“Implementar reportes de sostenibilidad implica costos, pero los beneficios, en acceso a mercados, atracción de capital y reputación superan por mucho la inversión inicial”, apunta la investigadora de la UP, ya que no solo “se reducirán riesgos regulatorios, también obtendrán ventajas competitivas, como mejor acceso a financiamiento, confianza de inversionistas y mayor atractivo en cadenas de suministro globales”, añadió Diego Ibarra.

Reportar sostenibilidad ya no es opcional. Las empresas mexicanas deben pasar de los compromisos discursivos a resultados verificables. Quienes no lo hagan corren el riesgo de quedar rezagadas en el comercio internacional; quienes se adelanten, en cambio, estarán mejor posicionadas para liderar la transformación hacia un modelo económico más competitivo y sostenible.

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