BBVA es un banco orientado por un propósito: “Poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era”. Un propósito que persigue tener un impacto positivo en la vida de las personas, las empresas y la sociedad en su conjunto. Así, el compromiso de BBVA con la sostenibilidad es posiblemente una de las formas más claras de materializar este propósito y ayudar a sus clientes en esta transición.
Por su parte, los clientes, los mercados y la sociedad en su conjunto, no solo esperan que las grandes compañías creen valor, sino que también esperan que contribuyan de manera positiva a la sociedad. En particular, que el desarrollo económico al que contribuyen con su actividad sea inclusivo.
En 2019, BBVA llevó a cabo un proceso de reflexión estratégica para seguir profundizando en su transformación y adaptarse a las grandes tendencias que están cambiando el mundo y la industria financiera e incorporó la sostenibilidad como una de sus seis prioridades estratégicas, poniendo el foco en la lucha contra el cambio climático y el crecimiento inclusivo.
Acompañar a los clientes en la transición energética frente al cambio climático y apostar por el crecimiento inclusivo son los dos ejes del grupo en materia de sostenibilidad.
Javier Rodríguez Soler, responsable global de Sostenibilidad de BBVA: “Una de las prioridades de BBVA es ayudar a los clientes en la transición hacia un futuro más sostenible”
El impulso de BBVA a la financiación sostenible arrancó en 2007 cuando participó en la primera emisión de un bono verde cuyo emisor fue el Banco Europeo de Inversiones (en adelante, BEI), un año después, la gestora del plan de pensiones de empleados en España fue la primera en el mercado en firmar los Principios de Inversión Responsable.
En 2018, BBVA presentó su Compromiso 2025 para contribuir a la consecución de los ODS y a los retos derivados del Acuerdo de París sobre el clima. Desde entonces, el Grupo avanza en el desarrollo de esta prioridad, integrando la sostenibilidad de forma transversal en la gestión y procesos internos y también en la relación con los clientes y otros grupos de interés.
El 4 de diciembre de 2018 tuvo lugar la firma del Compromiso de Katowice. BBVA se unió a ING, BNP Paribas, Société Générale y Standard Chartered en un compromiso conjunto para ajustar sus carteras de préstamos a los objetivos marcados en el Acuerdo de París contra el cambio climático. En una carta abierta dirigida a los líderes mundiales y jefes de Estado reunidos en la 24º Cumbre climática de las Naciones Unidas en Katowice (Polonia), estas entidades se comprometen a financiar y diseñar los servicios financieros necesarios para apoyar a los clientes en la transición a una economía baja en carbono.
El 22 de septiembre de 2019, BBVA firmó junto a otros 206 bancos los Principios de Banca Responsable, un marco de 6 principios para ayudar a cualquier banco a alinear su estrategia con los objetivos de la sociedad, que gestiona más de 53 billones de dólares en activos y representa más de un tercio del sector bancario mundial. Los Principios de Banca Responsable están impulsados por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI) con el objetivo de plantar cara a los desafíos de la emergencia climática y la sostenibilidad a los que se enfrenta la sociedad actual.
También en dicha cumbre del clima, celebrada en Nueva York en esos días , BBVA se incorporó al Compromiso Colectivo para la Acción por el Clima (Collective Commitment to Climate Action). Es una iniciativa promovida por UNEP FI que supone un importante paso de cara a trabajar como una auténtica coalición global. En su día y en opinión de los expertos fue el hito más ambicioso del sector financiero con respecto al clima. Fue firmado por 36 bancos.
El 21 de abril de 2021, BBVA se convierte en uno de los 43 miembros fundadores de la alianza bancaria de cero emisiones netas (Net-Zero Banking Alliance: NZBA, por sus siglas en inglés). Los bancos de esta alianza internacional se comprometen a que todas sus carteras de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite, en línea con la ciencia y los objetivos más ambiciosos del Acuerdo de París. Además, el impacto directo de su actividad también tendrá que ser neutro, algo que BBVA ya ha conseguido en 2020.
En julio de 2021, BBVA da un nuevo impulso a su estrategia al elevar la sostenibilidad al máximo nivel ejecutivo de la organización y crea el área global de Sostenibilidad, que está liderada por Javier Rodríguez Soler. En palabras de Carlos Torres Vila, presidente del Grupo, “Esta nueva área global de negocio dará un impulso definitivo a nuestro liderazgo en sostenibilidad y a la prioridad estratégica de ayudar a nuestros clientes en su transición hacia un futuro sostenible”.
Además, en julio de 2021 el banco anunció que canalizará 200.000 millones de euros, lo que supone doblar la cifra inicial prevista en el compromiso.
En noviembre de 2021, BBVA ha anunciado los objetivos para la descarbonización de su cartera crediticia en 2030 para industrias intensivas en emisiones de CO2. Se trata de unos objetivos intermedios con la vista puesta en ser neutros en emisiones de carbono en 2050.
Las finanzas en la transición sostenible
La lucha contra el cambio climático supone una de las mayores disrupciones de la historia, con consecuencias económicas extraordinarias, a las que todos los actores de nuestro entorno (gobiernos, reguladores, empresas, consumidores y sociedad en general) tienen que adaptarse. El cambio climático y la transición hacia una economía baja en carbono tienen implicaciones relevantes en las cadenas de valor de la mayoría de los sectores productivos, y pueden requerir inversiones significativas en numerosas industrias. Sin embargo, los avances tecnológicos en torno a la eficiencia energética, las energías renovables, la movilidad eficiente o la economía circular suponen también una fuente de nuevas oportunidades.
La banca tiene el rol de universalizar el acceso a soluciones financieras sostenibles
BBVA es consciente de que tenemos por delante una década (en virtud del Acuerdo de París, el objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40 % hasta 2030 con respecto a las de 1990) crucial para hacer una transformación como sociedad en la que la banca desempeña un papel clave ayudando a personas, empresas e instituciones a acometer la transición hacia un mundo más verde e inclusivo.
Consciente del destacado papel de la banca en la transición hacia un futuro sostenible a través de su actividad de financiación y asesoramiento, BBVA se ha comprometido a alinear paulatinamente su actividad conforme a los objetivos marcados en el Acuerdo de París y ayudar a los clientes en dicha transición.
Para BBVA son prioritarios los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los que puede tener un mayor impacto positivo aprovechando el efecto multiplicador de la banca, por lo que pretende acompañar a sus clientes con un doble foco en Acción Climática y Crecimiento inclusivo.
Así, en Acción Climática entran en la hoja de ruta del Grupo acciones destinadas a fomentar la eficiencia energética, la economía circular y la reducción de la intensidad de carbono. Y en términos de Crecimiento Inclusivo, movilizar inversiones hacia infraestructuras inclusivas y fomentar el emprendimiento y la inclusión y salud financiera.
Transparencia y compromiso en la divulgación de información no financiera
BBVA anunció los avances en su estrategia frente al cambio climático con la publicación de su política de sostenibilidad y su primer informe sobre los riesgos y oportunidades del cambio climático de acuerdo al estándar del Grupo de Trabajo de Divulgaciones Financieras sobre el Clima (TCFD, Task Force Climate-related Financial Disclosure, en sus siglas en inglés).
En noviembre de 2020, BBVA publicó su primer informe TCFD, que refleja dichos progresos en la incorporación del riesgo climático en la gestión de todos los negocios de BBVA y el compromiso de la entidad para acompañar a sus clientes hacia un futuro más sostenible. Las recomendaciones del grupo TCFD están impulsadas por el Consejo de Estabilidad Financiera (‘Financial Stability Board’) con el objetivo de orientar a las empresas a la hora de gestionar e informar sobre riesgos y oportunidades de negocio relacionados con el cambio climático. El pasado mes de julio actualizó el informe con datos a diciembre de 2020.
Los ratings de sostenibilidad miden el desempeño de las empresas en materia ESG y determinan su presencia en los índices de sostenibilidad. Así, la permanencia y posición en estos índices bursátiles depende de la demostración de los progresos constantes en cuestiones de sostenibilidad de las compañías, e influyen en la elegibilidad de dichas empresas en las carteras de inversión.
BBVA participa anualmente en los principales análisis de sostenibilidad, que realizan las agencias de rating no financiero. En base a las evaluaciones obtenidas en estos análisis, las empresas son elegidas para formar parte en los índices de sostenibilidad.
Algunos de los índices más reconocidos son el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), el FTSE4Good o los índices MSCI ESG. En 2021, BBVA ha vuelto a obtener por segundo año consecutivo la primera posición entre los bancos europeos en el DJSI, que mide el desempeño de las mayores compañías por capitalización bursátil en materia económica, ambiental y social. A nivel mundial, el Grupo ha ocupado la segunda posición.
BBVA ha sido incluido, por cuarto año consecutivo, en el Índice de Igualdad de Género de Bloomberg (Bloomberg Gender-Equality Index), mejorando la nota de 72,32% a 77,29%, lo que supone un reconocimiento a su apuesta para crear entornos de trabajo de confianza, en los que estén garantizados el desarrollo profesional y la igualdad de oportunidades de todos los empleados con independencia de cuál sea su género.
FUENTE: bbva