La hierba no violenta las células inmunológicas, por lo que no provoca una respuesta inflamatoria o alérgica.
Julio Sánchez | El Sol de Puebla
Un compuesto del cuachalalate, una planta utilizada en la medicina tradicional, podría inhibir la proliferación de células cancerosas y estimular el sistema inmunológico para hacer frente a distintos tipos de cáncer.
El cuachalalate tendría estas propiedades debido a su contenido de ácido anacárdico 6-pentadecil salicílico, que promueve la muerte programada, conocida como apoptosis, de las células tumorales sin afectar las normales, señaló una investigación del Departamento de Toxicología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav).
Libia Vega Loyo, líder de la investigación, explicó que el ácido 6-pentadecil salicílico no mata las células normales solo provoca que se expandan más despacio, pero sin que mueran. Esto es un diferenciador importante con el método utilizado actualmente para combatir las células enfermas al ser por medio de la inflamación o necrosis que lleva a daños importantes en los tejidos como a efectos secundarios.
LAS PROPIEDADES DEL CUACHALALATE
De acuerdo con la investigación, el compuesto que posee la planta sería capaz de estimular el sistema inmune y cuenta con una función muy específica de fosforilación, la adición de un fosfato a una molécula, sobre ciertas proteínas o cinacasas.
El papel de estas últimas es dar señal a los macrófagos, parte importante del sistema inmune, para ser más reactivos y puedan responder con mayor rapidez, por lo que activan el sistema para atacar de manera más eficiente al tiempo de inducir a la muerte de las células tumorales.
En el caso de algunos antineplásicos como el taxol, que son las sustancias que impiden el desarrollo de células tumorales malignas, utilizados en tratamientos para enfermedades como el cáncer de mama, cuentan con desventajas de ser muy tóxicos para el sistema inmune.
Se debe a que mata a las células de la médula ósea y disminuye la cantidad de células blancas en la sangra, por lo que el paciente es más susceptible a infecciones, explicó Vega Loyo. Mientras que, con el uso del cuachalalate, al no violentar las células inmunológicas no se mostraron cambios significativos como pueden ser alergias o reacciones inflamatorias.
Para encontrar sus resultados, el estudio se realizó en modelos con cáncer de mama e in vitro, en líneas celulares de leucemia y en células provenientes de tracto gastrointestinal. De igual forma, ya se realizan estudios preliminares donde se combina el ácido 6-pentadecil salicílico con otros antineoplásicos donde se mostró una reducción a los efectos de la quimioterapia sin que cambiará la eficiencia del fármaco contra el tumor.
“Con la combinación encontramos un efecto protector del ácido anacárdico sobre los efectos tóxicos de los antineoplásicos clásicos en la producción de inmunosupresión y mielosupresión (toxicidad en las células sanguíneas y de la médula ósea, respectivamente), que indica una reducción en los efectos secundarios tóxicos como leucopenia y mielosupresión que causan los antineoplásicos clásicos en los pacientes con quimioterapias”, explicó Libia Vega en un comunicado publicado por el Cinestav.
Entre los antineoplásicos clásicos utilizados para estas investigaciones preliminares se investigan algunos como el carboplatino, el ciplatino, taxol y el 5-flourouracilo. Respecto al carboplatino, ya se encontró una sinergia importante para combatir de manera eficiente el cáncer de mama.
OTROS ESTUDIOS DE ESTA PLANTA
Con anterioridad, se analizaron las propiedades del cuachalalate y el chuchupate para la protección de la mucosa gástrica frente al consumo de alimentos irritantes y medicamentos.
En una investigación publicada por la UNAM en febrero de 2020 realizada por expertos de la Facultad de Química de la universidad explicó que, a diferencia de los medicamentos, estas plantas no modifican el pH del estómago, sino que forman una barrera protectora que permite regenerar la mucosa gástrica.
“Cuando hay un desequilibrio, la acidez daña la mucosa, y las propiedades de algunas plantas forman una barrera protectora, mientras que otras estimulan las sustancias que cuidan del organismo; así se evitan daños al estómago e intestino”, señaló Andrés Navarrete Castro, académico del Departamento de Farmacia a cargo del grupo de científicos.
El cuachalalate es una planta que se usa de manera tradicional y de la que no se cuentan productos herbolarios. Su uso en la medicina mexicana es como un agente gastroprotector y auxiliar en enfermedades vasculares, aunque se le asocian con propiedades curativas para más de 60 padecimientos. Este es un árbol endémico de México y que crece en la selva baja caducifolia.
FUENTE: elsoldepuebla