La extracción del subterráneo también podría representar riesgos, desde la contaminación de los acuíferos hasta la propagación de infecciones como la Salmonella.
MÉXICO, 13ABRIL2021.- La Comisión Nacional del Agua y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informaron que el 83.92 por ciento del territorio nacional enfrenta alguna situación de sequía. Una condición crítica de la que no se tenía registro en el país desde 2012, considerado el año de la peor sequía en décadas. Los estados con sequía extrema son Sinaloa, Durango, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán, Guerrero y la frontera entre Querétaro y el Estado de México. (Cuartoscuro | Archivo)
Jaramillo Moreno, integrante del Grupo de Hidroclimatología Tropical del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la Universidad Nacional Autónoma de México, planteó una perspectiva ante la crisis hídrica que se avecina, donde las actividades cotidianas tienen un impacto negativo para la disponibilidad, distribución y calidad de este elemento.
El especialista señaló que las acciones humanas tienen un impacto significativo para que se lleve a cabo el ciclo que permite la disponibilidad del líquido en el planeta. En tanto, las urbes han provocado que el agua superficial cambie su ruta, por ello, explicó, se inclinan por extraerla del subterráneo, sin embargo, esto esto provoca la contaminación de los acuíferos, además de poner en riesgo la salud de quienes la ingieren derivado a las enfermedades que estas podrían provocar.
“Infecciones con Escherichia Coli, salmonella, schistosoma, incluso hepatitis A”, explicó Jaramillo Moreno en el semanario “Aprendiendo cómo los humanos modifican el ciclo hidrológico”.
Agustín Rodríguez prepara las mangueras de su camión cisterna mientras entrega agua en una casa el martes 9 de mayo de 2023, en Tijuana, México. Siendo una de las últimas ciudades río abajo que recibe agua del cada vez más reducido río Colorado, Tijuana enfrenta una crisis de agua impulsada también por una infraestructura obsoleta e ineficiente y gobiernos sucesivos que han hecho poco para preparar a la ciudad para la disminución del agua en la región. (AP Foto/Gregory Bull)
Incluso, la deforestación ha provocado una alteración en el balance hídrico, pues la infiltración de agua ha disminuido, debido a los impermeabilizantes o el propio asfalto que se coloca en las ciudades, todo ello causa inundaciones.
Para ejemplificar de mejor manera la dimensión del problema contra el cuál nos enfrentamos y como hemos afectado en los proceso naturales, Jaramillo Moreno compartió una serie de datos sobre como se constituye nuestro planeta y cuáles podrían ser nuestras principales fuentes del líquido vital.
“El agua no es tanta como imaginamos, es una cantidad finita: 96.5 por ciento está en los océanos, solo 2.5 por ciento es fresca (dulce), de ese porcentaje la mayor cantidad se encuentra en glaciares en capas de hielo, y otro porcentaje en aguas subterráneas”, explicó el especialista.
FUENTE: infobae