La emergencia sanitaria que se suscitó a nivel mundial, resultado del SARS-CoV-2, propinó un duro golpe a diversos sectores empresariales, sobre todo a aquellos en los que la interacción humana era el principal motor de sus actividades; por ejemplo, cines, parques de diversiones, teatros y restaurantes. Este último es al que pertenece la Corporación Mexicana de Restaurantes (CMR).
“Como restauranteros tuvimos un impacto sin precedentes, lo que nos obligó a reducir, al mínimo, el producto viable para sobrevivir. En ese camino tuvimos que pausar algunas de las iniciativas de responsabilidad social con las que veníamos trabajando”, declaró Joaquín Vargas, presidente ejecutivo de CMR.
Pese a las circunstancias, CMR continuó con sus apoyos. Constancia de ello es que la Fundación CMR logró recaudar 38 millones de pesos durante 2021; capital que se invierte, principalmente, en revertir la desnutrición infantil por medio de programas que van desde comedores asistencialistas hasta proyectos educativos para enseñar a las comunidades a ser autosustentables, añadió el directivo.
Asimismo, desde hace 10 años implementan estrategias para poner en práctica programas de rescate de alimentos, reducción de desperdicios, bienestar de sus colaboradores, ahorro de energía y transformación del aceite quemado en biodiésel; todos estos a través de su fundación, apuntó Joaquín Vargas.
De la misma manera, esta fundación es muy estricta con la medición del impacto, tanto en el desarrollo físico como del entorno social, que sus iniciativas tienen en los infantes, pues así, al obtener la información necesaria, pueden mejorar sus prácticas y entender dónde hay más eficiencia y oportunidades, recalcó Joaquín Vargas.
Por lo que el mayor logro de esta, en palabras de Fernanda Peniche, gerente de la Fundación CMR, es el cambio de los estados nutrimentales de los niños, ya que, en muchos de los casos, sufren de una desnutrición severa y gracias a sus modelos de intervención logran un verdadero cambio en el bienestar de quienes más lo necesitan. “Logramos que exista este cambio de una anemia severa, por ejemplo, a una anemia controlada y luego ya a una nutrición normal de acuerdo con su peso y talla. Entonces, el mayor logro es, precisamente, ubicar a estos niños e irlos mejorando día con día hasta que tengan un peso y una talla de acuerdo con su edad y con las mediciones que existen”, dijo.
Asimismo, la gerente añadió que es de vital importancia intervenir en la primera infancia (0 – 6 años), pues es en esta etapa cuando se da el 90 % del desarrollo del cerebro; por lo que, si no se hace, podría haber un daño irreversible. Además, una meta a largo plazo es que los menores permanezcan escolarizados.
La consciencia que la Corporación Mexicana de Restaurantes tiene para brindar apoyo a uno de los sectores más vulnerables del mundo es de reconocer, por lo que está en la constante búsqueda de nuevos modelos de intervención y tecnologías en alimentos que le permita ser más eficiente en el combate a la desnutrición y la anemia. Aunque sabe que no es un camino fácil, no se puede ser exitoso en este tipo de iniciativas sin un verdadero compromiso que beneficie a la sociedad, especialmente a quienes más lo necesitan.